En cambio permitidme que os cuente que me encanta LEER, así, en mayúsculas. Por supuestos libros —de autores noveles o consagrados—, pero también el rótulo de un vino, el prospecto de un medicamento, el periódico ajeno en el autobús... Y por encima de todo me gusta leer historias de amor: me brindan paz, me hacen sonreír y en ocasiones incluso me acarician el alma.
Un día, los avatares de la vida (expresión un poquito rancia, lo reconozco) me obligaron a permanecer inmóvil durante muchos meses y se me ocurrió matar el tiempo escribiendo una novela romántica. Para cuando quise darme cuenta había terminado dos y estaba discutiendo con los protagonistas de la tercera. Hubo quien pretendió separarme de mi teclado pero desistió cuando amenacé con atarme a él con el cable del ratón. Finalmente me animé a enviar una de ellas al Premio Vergara-El Rincón de la Novela Romántica y cuál fue mi sorpresa cuando me llamaron para decirme que había resultado ganadora. Tras la gran noticia grité como una loca, lloré como una niña y me abracé a los míos como si no hubiera un mañana. Desde luego que hubo otras celebraciones, por si os lo estáis preguntando, pero esas forman parte de mi novela personal y como os he dicho mi vida no es especialmente emocionante.
Serie Los Tres Mosqueteros
El premio del II Certamen El Rincón Romántico-Vergara daría como resultado, aun sin pretenderlo, la saga de Regencia "Los Tres Mosqueteros", una serie publicada en un orden con mucha personalidad y cuyos protagonistas han recorrido quince países.
Las novelas conjugan, según las críticas de las lectoras, una prosa ágil, discusiones con chispa y toques de humor, escenas llenas de sensualidad y romanticismo, y unos protagonistas masculinos que enamoran.
Desarrolladas las tres durante la Regencia, la autora se ha permitido el capricho de regalarse un "D'Artagnan" y escribir una novela victoriana donde los vástagos de duques y marqueses protagonizan su propia historia.
Cuando el corazón perdona
Londres, 1823. Nicole Saint-Jones no ha podido olvidar el daño que le causó Lord Richard Illingsworth un año atrás. El único hombre que le había parecido honorable, caballeroso y divertido había resultado ser un farsante.
Las circunstancias harán que Nicole y Richard no tengan más remedio que encontrarse con frecuencia.
¿Soportará Nicole ver que Richard corteja a otras damas en su presencia? ¿Tolerará el orgulloso vizconde ver a Nicole en brazos de otro hombre.
Cuando el amor despierta
Londres, 1818.
Para evitar casarse con un hombre sesenta años mayor que ella, April huye de Prusia a Londres, donde se hará pasar por una dama de compañía.
Julian, único heredero del marquesado de Woodward, ha decidido no casarse ni tener descendencia, para vengarse de su padre.
April y Julian se conocen por casualidad. Él cae rendido ante la belleza de April, y ella lo detesta casi al instante por su altivez. Pero él la desea, y no piensa desistir hasta tenerla en su cama.
Cuando la pasión espera
Londres, 1820. Judith siempre estuvo enamorada de James, pese a lo cual se casó con otro hombre. Seis años más tarde, regresa a casa convertida en viuda. La insistencia de su padre la anima a ir a Londres para hacerse ver de nuevo en los salones de baile y las veladas en Vauxhall, aunque ella no quiere ni oír hablar de volver a contraer matrimonio.
James no puede creer que la belleza a la que encuentra en casa de su madre una tarde sea la hermana menor de su mejor amigo, aquella muchacha a la que nunca prestaba atención y que se ha convertido en la tentación prohibida. Pero lo es, y sin duda está interesada en él...
Una última temporada
Londres, 1850. May, hija de los marqueses de Woodward, y Alexander Saint-Jones, marqués de Wilerbrough, se conocen desde niños y siempre han tenido una relación apasionada llena de reyertas acaloradas cargadas de complicidad sobre cualquier cosa por la que mereciera la pena discutir.
Pero el grand tour de él y una gira literaria de ella, convertida en reconocida escritora, hace que se mantengan separados durante seis años y solo la correspondencia, repleta de burlas sobre matrimonios, los mantiene unidos.
Cuando al fin se encuentran la relación llena de divertidas y afiladas riñas no se ha rebajado en absoluto. Al contrario: ha tomado un cariz sorprendente y la pasión que siempre ha habido entre ellos parece desbordarse y querer envolverlos.
Una serie inolvidable
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